Los niños son muy dados a tener miedos ante estímulos externos desconocidos. Especialmente, cuando éstos son pequeños, y no conocen bien su entorno, ni se saben defender con autonomía al mismo. Por esta razón, el papel de los padres o tutores es determinante.
Saber encontrar el matiz entre la sobreprotección, y la pasividad exagerada, a veces es difícil. Ni los papás ni los hijos vienen con libro de instrucciones.
Tener miedo es natural.
Hay que partir de la base de que tener miedo no sólo es algo absolutamente normal en la condición humana sino que, es necesario, en muchos casos, pues este sentimiento nos crea una coraza para frenar impulsos innecesarios, y nos ayuda a ser prudentes y cautelosos en muchas ocasiones.
El problema viene cuando el miedo es exagerado, extrapolado a todo tipo de situaciones, y no sabemos ponerle freno.
Los niños tienen, digamos, ese derecho, puesto que son demasiado pequeños para entenderlo y gestionarlo, como hacemos los adultos, por ello hay que ser ante todo, comprensivos y pacientes, y tratarles con el respeto que merecen.
Contarle un cuento
Si tu hijo pequeño muestra miedo o rechazo frontal a quedarse solo en la habitación. Tranquilízale contándole previamente algún cuento bonito, que le anime y le entretenga. Una frase como Que tengas dulces sueños o Que sueñes con el príncipe y la princesa, puede ser efectiva si, previamente, hemos creado un ambiente favorable a ello.
Asociar a cosas positivasLa asociación funciona muy bien con los niños. Si hábitos que tu hijo rechaza por miedo, como son: quedarse solo unos minutos, ver una película infantil, donde haya malos y monstruos, o, miedo a los ruidos fuertes y extraños, la asocia a algo positivo que sus papás le cuenten, seguramente acabe superándolo.
Por ejemplo, dile a tu hijo que las películas infantiles donde hay malos son ficción, Explícale, con palabras sencillas que como cuentos llevados a la tele.los malos tienen que existir, para que los buenos, sean aún más fuertes y buenos y puedan contra ellos.
Si hay una fuerte tormenta, y a tu hijo le da miedo oir los ruidos, muéstrasela protegiéndole con los brazos, de manera natural. Explícale los fenómenos de la naturaleza y lo importante que es que llueva para que todos vivamos mejor.
Refuerzo positivo
Se trata de un método muy usado dada su eficacia y beneficios en el menor, por psicólogos y pedagogos. El refuerzo positivo consiste en premiar al niño por sus buenas conductas, en lugar de castigarle por lo que hace mal. Si a un niño, le premiamos o felicitamos por sus buenos actos, se verá más seguro de sí mismo y comprenderá que hacer el bien siempre es la mejor opción. Así, reducirá sus malas conductas, pues sabe que no le aportan nada, al final del día.
Así, si el niño logra quedarse solito, un rato, a pesar de no gustarle nada la idea, le felicitaremos diciéndole que ha sido muy valiente y mayor, e incluso, de vez en cuando, podremos premiarle con un caramelo.
Límites y otros consejosPero cuidado, no siempre, ya que puede ponerse en nuestra contra y que el niño relacione su buen hacer con un fin utilitarista o interesado.'' Se enfrenta al miedo, porque papá y mamá se sentirán orgullosos, no por el regaliz o caramelo''.
Gracias a estos consejos puede que tu hijo recobre la seguridad en sí mismo y poco a poco evite o se enfrente a los miedos infantiles