¿Cómo debo manejar esta situación durante el embarazo?
- Elige el momento adecuado para informarle de su nuevo hermanito: Durante el embarazo, la forma de explicarle la llegada de un hermanito va a depender de su edad y grado de maduración. El momento de comentarlo también será una decisión personal, muchos prefieren informarlo desde el momento que se enteran del embarazo y otros, más precavidos esperan finalizar el primer trimestre.
- Explicarle qué es lo que va a suceder “adaptándonos a su nivel” de comprensión y a su visión de la realidad le explicaremos algunas de las consecuencias directas que va a tener la llegada de un nuevo hermanito sobre su vida, tanto las positivas, como las “negativas”: cambio de cuarto, compartir las cosas, ayudar a mamá y a papá, tener nuevos juguetes, hacer de hermano mayor…
- Explícale claramente todas las inquietudes que tenga: Las preguntas de curiosidad de en qué consiste un embarazo deberán explicarse de acuerdo a la edad y maduración del niño, pero nunca menosprecies sus inquietudes acerca de cómo se desarrolla el bebé intraútero, tratando de buscar los términos que el pueda comprender.
- Lo ideal sería poder preparar al mayor (a partir de los dos años es capaz de entender) para comprender los cambios que van a modificar tu cuerpo durante el embarazo y explicarle, recurriendo a sus viejas fotografías o a ejemplos concretos de niños recién nacidos, quién es el objeto de una espera tan intensa, qué representará para él y con qué función se introducirá en su vida.
- Relaciona el momento del nacimiento con eventos futuros: Para los más pequeños la idea de tener que esperar nueve meses para poder verlo a veces es muy difícil de comprender, es preferible relacionar el momento del nacimiento con las estaciones del año. Por ejemplo: Nacerá en la época de la Navidad , cuando llegue Papá Noel, o cuando haga mucho frío y no podamos salir a pasear todos los días.
- Explícale el mundo de los recién nacidos: Si al niño le interesa saber más sobre recién nacidos, inventa juegos relacionados con ellos o cuéntale cuentos de bebés, muéstrale fotos de cuando el era un bebé, y llévalo a visitar amigos o parientes que tengan un recién nacido en casa, para que vea cómo se alimentan y cuánto duermen en los primeros meses.
- Hacer los cambios necesarios en la casa antes de que nazca, de manera que el niño pueda colaborar y participar en ellos, reforzándole cuando lo haga: preparar las cosas para el bebé, ordenar los armarios, cambios en la habitación, etc…
- Si el niño necesita ser cambiado de habitación, lo haremos meses antes ya que así no asociará el cambio a la llegada del bebé y no le culpará. Nos ocuparemos de poner una habitación nueva, bonita y atrayente para que el cambio no le resulte un trauma o se niegue. Compraremos pósters de sus héroes favoritos y un nuevo edredón, así sentirá que él también se beneficia de su nuevo hermano.
- Aprovechar para hablarle al niño de la etapa en la que él fue un bebé, y cómo durmió en la misma cunita, y como mamá y papá prepararon las cosas con tanta ilusión para él como ahora hacen para su hermanito. Podemos enseñarles fotos de cuando era bebé y su ropa, para que se identifique y entienda que él también fue pequeño un día.
Recordar y compartir anécdotas de su nacimiento y primeros meses; advertir sus logros y crecimientos puede ayudarlos a seguir construyendo su propio espacio en la estructura familiar. A los niños les gusta confirmar que fueron tan queridos y se les dio tanta atención como ahora a su hermanito.
- Pregúntale qué es lo que espera de su hermanito: Muchas veces piensan que a partir del momento de nacer será su compañero de juegos y se desilusionan al verlo dormir durante 20 horas al día.
Todos los padres explican a sus hijos que tener un hermanito pequeño es más divertido, que hace mucha compañía, que se puede jugar con él…
Pero al niño de cuatro años que busca la satisfacción inmediata de sus deseos le costará imaginar cómo ese bebé que sólo come y duerme, puede convertirse en un compañero de juegos. Aprovecha cualquier oportunidad lúdica en la que puedan participar los dos hermanos para favorecer las interacciones.
En muchos de los juegos que realizan los adultos con el bebé pequeño, se puede dar cabida al hermano mayor: por ejemplo contando cuentos en los que aparezcan dos hermanos; o facilitando que el hermano mayor haga algún regalo al pequeño cuando necesitéis comprar algo para éste.
- Explícale con anticipación quién lo cuidará el día del parto: Como los bebés nunca nacen cuando uno los espera, es importante que tu hijo sepa de antemano quién estará con él el día que tengas que internarte para el parto. Es una de las preguntas más frecuentes la de saber quién los cuidará durante tu internación.
- No conviene abusar del empleo de terceras personas para cuidar al hermano mayor, justo en este momento lo interpretará como un abandono (cuando haya hermanos mayores esta sensación de desapego será menor).
- Por último lo más obvio y lo más complicado: evitar que toda vuestra vida gire en torno a la llegada del nuevo hermanito.